El nombre microondas hace mención directa a la pequeña longitud de onda que caracteriza a estas frecuencias.

Actualmente las microondas forman parte de nuestro entorno habitual, desde la cocina hasta la oficina.

Concretamente, gracias al desarrollo de las redes wi-fi, podemos encontrar por la red multitud de actividades amateur centradas en la construcción d antenas de microondas para mejorar y ampliar los enlaces de datos en 2,4 GHz.

Sin olvidarnos de la recepción de TV por satélite, en cualquiera de sus diferentes bandas, o las señales de GPS que permiten funcionar a nuestros navegadores.

En frecuencias muy elevadas se emplean las guías de onda como líneas de transmisión de la señal de radiofrecuencia y también como antena.

En esencia se trata de un tubo hueco -con perfil circular, rectangular o cuadrado- con las dimensiones adecuadas para cada frecuencia.

La señal de radio se introduce o se extrae del guiaonda mediante una sonda acoplada a la componente eléctrica o magnética del campo, o a traves de otra guiaonda o incluso una ranura.

En la imagen superior podemos ver un guiaonda que funciona a la vez como línea de transmisión -conduciendo la señal por el interior del tubo rectangular- y como antena, a través de las ranuras practicadas a lo largo del tubo.

En transmisión la señal que viaja por dentro del tubo alimenta cada una de las ranuras de manera que cada una de ellas se comporta como una pequeña antena radiante. La señal radiada desde cada aun de las ranuras se suma a la de las otras, produciendo un campo mucho mas intenso.

Cuando la antena funciona en recepción, la onda que incide sobre cada una de las ranuras de la antena hace que cada una de ellas conduzca la radiofrecuencia hacia el interior del tubo, donde se suma la señal de todas ellas entregando una señal mucho mayor al receptor.

Las dimensiones de las ranuras y de toda la antena están calculadas para resonar a la frecuencia de trabajo.

(…)